Nueva mascota: Kuchiki Rukia

Después de mucho tiempo de tratar de conseguirla gratis y no haber podido, finalmente hinché suficientemente las pelotas para que me regalaran mi vuelta al primer amor animal. Mi hermana me compró para mi cumpleaños mi ovejerita tan deseada. El mejor perro que tuve en mi vida se llamaba Queeny (Reinecita o reinita), era una pastora alemana que vivió casi 15 años. Loca e inteligente pero fundamentalmente fiel y guardiana, esta perra de la noble raza teutona fue la mascota por antonomasia. Whisker de pura cepa, Queeny vigilaba el asado en la parrilla cuando su amo no estaba (o estaba borracho) y atacaba a cualquiera que se le acercase sin permiso (humano o canino, ni que hablar de felinos). Otra maravillosa cosa que hacía, era la tarea comunitaria de acabar con todos los cusquitos ladradores nocturnos, regalando al barrio de noches pacíficas y silenciosas. Entre sus kills contamos con millares de pequeñas ratas ladradoras si, pero también se encargo de una doberman y un fila brasilero que osaron traspasar el perímetro.
Difícil zapatos los que tendrá que ponerse Rukia, pero no espero tanto de ella, solo las condiciones normales de la raza. Cosa que ya está mostrando de a poco y aprendiendo rápido.
Su nombre fue elegido por mi otra hermana en honor al personaje de Tite Kubo (autor de Bleach), ya que su color es similar y también esa Rukia duerme en el ropero del protagonista de la historia.